Tuesday, November 22, 2005

Cubículo

La idea de “Cubículo” se me ocurrió un día después de haber oido una de mis canciones favoritas “le blues du businessman” de la opera rock Starmania. La canción habla de un hombre de negocios que tiene un éxito fenomenal y que se pregunta lo que hubiese podido ser: un artista, un escritor, un actor. Curiosamente he oido esa canción durante mas de dos décadas y no fue hasta recientemente que la idea de escribir el cuento de Asdrúbal me vino a la mente.

Se me ocurrió explorar el tema de cómo viviría Asdrúbal si hubiese sido alguien diferente. Es, en el fondo, un tema que todos llevamos dentro: la curiosidad por la vida alternativa que hubiese podido ser. Asdrúbal tiene la oportunidad de saborear esa vida gracias a un personaje que se encuentra totalmente fuera de su órbita social o profesional, en un ambiente completamente ajeno al suyo. Una trabajadora del sexo con la cual nunca ha tenido contacto antes y que sin embargo tiene el instinto de adivinar qué tipo de persona es el cliente que le toca, en este caso, Asdrúbal.

Wednesday, November 09, 2005

Amores diestros y siniestros

Un amigo me confesó una vez que le fascinaban las mujeres zurdas. La cosa me hizo mucha gracia. Le hice notar entonces que cualquier pretendiente potencial en vez de arreglarse, maquillarse o vestirse de cierta manera, todo lo que tendría que hacer era hacerse pasar por zurda. Fue así como la idea de escribir un cuento al respecto comenzó a cobrar forma.

Cuando lo tuve listo, le hice leer el cuento y cuando llegó al final, mi amigo me comentó que todos los personajes femeninos del mísmo eran realmente siniestros: a Marcos lo abandona la esposa, lo engaña la nueva novia y hasta la tía monja se une al complot femenino. Esa es,en efecto,una primera interpretación posible: la ingenuidad masculina versus la manipulación femenina. De hecho, el pobre hombre está indefenso ante la manipulación sin límites de las mujeres que lo rodean, zurdas o diestras.

Hay otra interpretación completamente diferente. Marcos tiene una fijación artificial y los eventos están allí para demostrarle cuán artificial es. Supuestamente se las entiende a las mil maravillas con las zurdas, sin embargo la relación mas importante, con Alicia, zurda, resulta ser un flop total. Luego, la tía monja interviene con un truco, a sabiendas de que al sobrino le gustan las zurdas, para que cobre interés por una joven actriz que pasa por el convento. Y, finalmente, la joven actriz diestra, Amalia, le demuestra que la fijación es completamente falsa. Existe entonces una segunda interpretación del cuento: la victoria de la sabiduría femenina sobre la terquedad masculina.

No tengo ninguna preferencia por ninguna de las dos interpretaciones, y no pensé en ninguna en particular cuando escribí el cuento. Los personajes que salen de nuestras mentes son, en el fondo, como aquellos que encontramos cotidianamente: se pueden interpretar diferentemente.